¿Quiénes somos?
Nuestro origen
La Pandemia al ser un fenómeno global, ha frenado la economía a causa de las medidas que los países han tenido que tomar para mitigar los efectos del altísimo contagio.
Tal fenómeno ha golpeado de maneras muy drásticas a dos derechos fundamentales: el derecho a la salud y el derecho al trabajo. Del primero no cabe duda que es crucial preservarlo, sobre todo en sus más primitivas formas basadas en la vida humana, sin la cual no hay derecho a otros derechos; sobre todo al demostrarse que el COVID-19 ha invadido por igual a ricos que a pobres. No obstante, el derecho al trabajo no genera la misma adhesión; primero porque es una realidad que los dueños del capital (empleadores) igualmente se han visto muy afectados en sus ganancias, y encuentran, algunos de ellos, una respuesta en medidas laborales que van desde el aplazamiento de compromisos laborales, pasando por la suspensión de relaciones de trabajo y hasta la terminación de las mismas.
Ante el complejo fenómeno, y los embates que se pronostican que sufrirá de manera masiva el empleo, incluyendo el formal, resulta indispensable generar una activación de expertos en la materia laboral (laboralistas) que con su expertís ayuden a visibilizar los múltiples efectos negativos, así como generar, o al menos provocar inercias, en la conversación pública , que permitan alertas y organización para defender la estabilidad laboral; promoviendo que en las salidas posibles a la crisis se opte por las menos dañinas a la clase trabajadora. En esa lógica el llamado a la solidaridad, a la negociación entre empresa y trabajadores y a los incentivos estatales para que ello sea posible resulta la principal misión de esta activación.
Es necesario admitir que el empleo formal es la barrera de la micro economía que permite la existencia de clases medias y una cadena de consumo que mantiene la macro economía; por ello es importante protegerlo. Sin embargo, también debe partirse de que existen, y quizás en un número mayor, muchos empleos precarios que en la cadena de efectos negativos, son los que peor se ven afectados, al no contar con estabilidad laboral alguna.
Las incertidumbres en el empleo se han generalizado y deben frenarse y buscarse las alternativas menos nocivas para todos, si es que se quiere que al pasar la Emergencia Sanitaria, también se supere la Emergencia Laboral, y no se conviertan en Pandemia los despidos masivos que afectarían todas las dimensiones sociales.
En síntesis, estamos consientes que esta Pandemia desata epidemias, que pueden convertirse también en Pandemias sociales, económicas y laborales; agranda las brechas de la desigualdad y evidencia las ausencias y precariedad de derechos. Por ello se hace indispensable la organización y defensa; y en esa convicción es que se crea el proyecto.
Se ha propuesto como objetivos los siguientes:
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Socializar derechos laborales y hacer un llamado a la solidaridad antes que a la pugna del capital y trabajo;
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Crear redes de organización laboral;
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Generar diálogos públicos y de reflexión en torno a los problemas y las soluciones a la contingencia laboral (que incluye re-pensar el futuro del trabajo), y
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Dar seguimiento a los fenómenos laborales que ocurran (durante y después de la Emergencia), con el fin de denunciar y también promover, en cada caso.